Fin de la consulta. Sin embargo, la paciente quiere pedirme algo más.
– ¿Me puede hacer una receta?
– ¿De qué?
– De esto -saca caja de psicotrópico lista IV bajo receta archivada, junto con credencial de prepaga carísima. Es para un señor conocido.
– Eso no te lo puedo recetar. Decile que se lo pida a su médico.
Soy tu ginecóloga, no tu dealer.
Yo necesito a alguien que vaya a retirar la ropa de la tintorería -los muy jodidos dueños cierran temprano y yo no llego del laburo a tiempo… -vos qué podés hacer, con esa matrícula que tenés, para solucionar mi problema? Me pido un turno? 🙂
Aguardo la solución. No tengo amigos a los que tenga que ir a buscarle los trajes, el encargo es para mi marido: lo conozco bien y es buena gente, Alicia…
No hay problema. Venite sin turno que te hago un certificado de discapacidad para que te la lleven a tu casa. Y si tenés algún pariente o amigo que necesite algo mandámelo también 😛
Alicia: veo que cada uno en su rubro atiende a miles de caraduras por segundo.
Estudiaste, te quemaste las pestañas, laburas un monton de horas por dia y una desubicada (lo pongo en femenino porque sos ginecologa, intuyo que a la consulta habrá ido una fémina…) te pide como favor semejante cosa. La gente no se da cuenta o ya tiene varios psicotròpicos lista IV encima y no coordina sujeto con predicado.
Es como una descalificacion profesional que uno siente ante semejantes desubiques, sea del rubro que fueren.
Que se yo, es como ir al psicologo y decirle «mira vine con mi vieja asi directamente le decis a ella lo que habiamos hablado a ver si la entiende de una vez» o que te digan «mira te traje a mi marido por este temita que habiamos hablado asi lo revisas a él porque no te entendi bien lo de la consulta anterior y no me se expresar» o cuando me dicen -como contador- despues de haberme pasado horas cerrando la declaracion jurada «ah… pero yo queria que quedara bien, pero no queria pagar tanto».
Marche un «lachanchaylosveinte» para estos desubicados que te hacen el dos por uno: consulta y garroneo.
En realidad hay más que una descalifación profesional. Hay un tema legal importante. Determinaos medicamentos se venden bajo receta archivada y están en listas especiales POR ALGO. Supongamos que el Sr Desconocido usa las pastillas que yo receté con mi nombre, sello y matrícula para suicidarse. Mi menor problema sería que me llamen a declarar porqué se las receté. La gente no se da cuenta de que no es nada más que no tenés ganas de escribir la receta. (Tampoco tenés ganas)
Alicia: laburé en el Alvear, como psi, y muchos, muchos pacientes te cuentan que hace 20 años toman un «psicotrópico lista IV bajo receta archivada», que le consigue la prima de la cuñada de la amiga del vecino. O sea, no sé cómo, pero lo consiguen. Alguien les hace la receta, supongo.
A mí, como madre, varias veces me dieron ganas de tener un dealer! Hoy x ejemplo que mi hija dice que va a estudiar con su amiga… en Burger.
Esa gente te pide la receta de un psicotrópico como si fuera un Evanol. Cuando le decís que se la tiene que hacer el médico que se la indicó, te contestan que eso fue en 1996 y nunca más lo vieron o que las pastillas se los da su cuñada y le tienen que reponer la medicación o que el farmacéutico tiene la inexplicable locura de pedirles receta.
En cuanto a tu caso, vení que te la hago 😉
y yo que inocementemente deseo «curar» pacientes , esperando un gracias doctora *el paciente cierra la puerta* …. ajjj esos raros pensamientos que tenemos los estudiantes de medicina (novata nivel 1)
Sabrina, no te desanimes. De esos también hay, pero no como para ser motivo de un post.
Besos