Estoy en la peluquería leyendo una revista… de esas que hay en las peluquerías. Quizás porque la que estaba hojeando era del año pasado, mi concentración distaba de ser perfecta, por lo que oigo a una mujer decir en tono indignado:
– …Y me dijo, los voy a llevar a ver a La Bella y la Bestia, pero se levantan temprano y ya me van a romper desde entonces.
Miro por el espejo y veo que la que habla es una chica de veintilargos. La manicura se indigna con ella soltando un Noooo. Me parece exagerado, pero supongo que el tiempo pasa más rápido y mejor cuando se les da la razón a los clientes.
La chica prosigue: ¿Cómo puede hablar así de un par de chiquitos de tres y seis años? ¿Cómo un padre puede decir que le rompen? ¡Eso me dijo!..
Inmediatamente pienso: ¿No tenés hijos, no? ¿Nunca estuviste las veinticuatro horas sola a cargo de dos chiquitos de tres y seis años? Trato de seguir con la revista mientras oigo: … y una vez me dijo que sus hijos «lo torturaban» ¡Cómo puede…!
Pero claro, no le digo nada. Si es afortunada, sus propios hijos le van a dar otra perspectiva de los sentimientos cambiantes que produce la convivencia con los «chiquitos» 🙂
Por supuesto, ella no tiene ni idea de lo que está hablando! Pero es lindísimo tener veintipocos y poder hablar por boca de ganso acerca de la paternidát, la maternidát y otros temitas sencillos por el estilo. Yo, a su edad, hacía lo mismo! 😉
Es cuando una está más segura de lo que dice 😉
ja no tengo hijos aun, pero las guardias de pediatría han sacado lo peor de mí, incluso antes de ser madre
Pero las guardias de pediatría son LO PEOR. Tus propios hijos compensan ampliamente con momentos encantadores. Los pacientes, no.
Mismo comentario hacia mi hermano cuando yo hablaba de mis hijos.
Cuando una vez le pregunte a Nacho en un restaurant «Que querés de postre?» mi hermano dijo que con lo chiquito que era que había que andar haciendole tantas preguntas y que el pibe demorara diez minutos eligiendo que si que no.
No saben como me rio cuando le pregunta ahora a su hija Vicky lo que quiere de postre.
Asi de anecdotas pequeñas, tengo por docenas con él.
Todo llega……………..
Todo llega, por suerte 🙂
Ja! si, son las dos caras de una misma moneda. Cuando el respiro llega cuando finalmente se duermen…. el reposo del guerrero.(ellos y nosotros!) .
Pero hay que disfrutarlo, pasa tan rápido!
un beso
Jaja, el tema del sueño es crítico en esas etapas. Se extraña casi todo, pero eso nunca.
Besos
Muy joven ella, habría que ver cuando le llega su momento cómo lo maneja.
beso
¿Riéndose de lo ingenua que era entonces? 😛
Besos
Qué padre puede decir que no se muere de sueño después de una noche de dormir mal por los niños? ¿Quién puede decir que NO tiene sueño si te despiertan a las 7:30 un domingo?
Mi marido, padre amoroso y tolerante si los hay, después de levantarse cuatro veces durante una noche, apodaba a la criaturita de sus amores «Guantánamo» porque era una sesión de tortura en esas ocasiones.
El último sábado, nos despertamos a las 4 de la mañana por llanto de la niña, a consolarla, masajearle los pies y charlarle un poco. A las 8 del día siguiente, los ojos me ardían y no podía estar despierta… No es falta de amor: Es ser humano!
Jaja, me encantó lo de Guantánamo.
Besos
Todos los hijos rompen entre las 22 y las 8 de la mañana. A cualquier edad de los padres!
Disculpame pero estás equivocada. A veces, cambian el turno por el de 8 a 22 (Seguramente ellos opinan lo mismo de nosotras :-))