Con la sanción de la ley de matrimonio homosexual, estoy esperando ver las notas sobre la pareja de lesbianas de ochenta años contrayendo, ¡por fin! su tan anhelado matrimonio, así como la alegría de los cinco hijitos testigos de la boda de sus papis (o mamis, no seamos sexistas). Cuando sancionó la ley de divorcio, yo miraba más tele y me encantaba ver a los ancianos que iban felices a casarse, alguno ya en silla de ruedas.
Por otra parte, ¡cuánto sufrimiento inútil! Mis tíos se «casaron» vía Paraguay, cuando yo era una nena que iba a la primaria. Mi tío era separado y cuando por fin la ley los habilitó para casarse, yo fui testigo de la boda. En el libro del Registro Civil, tuve que llenar la casilla Profesión. Puse médica.
Tanto tiempo había pasado…
Cuanto tiempo, cuanta energía, cuantos recursos invertidos en mantener las formas, cuando tanto mas importante es el fondo. Frente a lo finito que es la vida, toda esa oposición moralista es perder de vista lo importante, que es el afecto y la necesidad de estar juntas de dos personas. Personas, solo personas.
un beso
Así es 🙂
Besos
El tiempo pasa rápido y los cambios en las sociedades son muchos más lentos, comparados con ese «correr» de los años. Sin embargo, cuánto más rápida es la evolución y el avance de nuestros derechos civiles si los comparamos con un par de generaciones atrás, no?
No estamos tan mal, si nos ponemos a pensar. Vamos avanzando.
En la otra mitad del mundo todavía existen las burkas y se apedrea a la mujer adúltera… midió, qué lejos parece todo aquello, no? Y sin embargo, esas situaciones conviven en nuestro propio tiempo.
En parte, fue lo que me llevó a escribir el post. Pensar que cuando «yo era joven», se discutía si debía haber una ley de divorcio. Y no supongas que no había muchos que estaban en contra (entre ellos Menem, por ese temita de las alianzas oportunistas, que además estaba separado de Zulema).
Pobre Argentina … Ya han dado el paso que conduce irremisiblemente a la destrucción de la familia que, como está más que demostrado, es la base de la sociedad. Ahora vendrá permitir a los homosexuales que adopten niños y así sucesivamente irán desmoronándose todos los valores morales … Pobre Argentina. 🙂
En otro orden de cosas: ¡Vaya frío que estáis teniendo!
Por supuesto, ya no se sabe adónde iremos a parar…
Lo bueno es que va cediendo el frío (en general son solo unos días al año) y la lluvia que fue lo más molesto.
Me encanto el post y me «volaron la cabeza» los comentarios de Vero y Ana.
Estamos evolucionando, cambiando, mutando y eso siempre es bueno.
De todos modos, como exprese en algun comentario en otro blog amigo, me encataria que llegase el dia que realmente mas alla de las formas y de las leyes, seamos una sociedad madura y tolerante para aceptar lo que cada uno se le cante en ganas hacer con su vida, en tanto y en cuanto respete los derechos de los demas.
Evidentemente esto del matrimonio tenia o mas prensa o mas presion de algun grupo, porque mucho pero mucho antes esta el controvertidisimo tema del aborto para que aquellas mujeres que por una cosa u otra no pueden/quieren continuar con su embarazo, lo puedan hacer libremente sin caer en un sistema paralelo tan riesgoso.
Espero que el comentario de Miroslav tenga un aire de «ironia» porque no creo que la deblace social se inicie porque dos personas del mismo sexo se casen. Tenemos tantas cosas mas fuertes que eso que destruyen a la familia y a la sociedad !!!!!
¿Qué puedo agregar más que «de acuerdo»? 🙂
Marcelo, ¿no se nota?