En los medios y en el discurso de todos los días, se repite la idea de que comunicarse a través de un teclado y un monitor, no representa en verdad una interacción social. Dicho de otra manera, escribir y comentar un blog, en Facebook, en Twitter, chatear es para los inadaptados sociales que no se animan a entablar «relaciones reales» y por eso se refugian detrás de la pantalla. La idea nunca deja de asombrarme. Salvo obviamente mi familia, alguna ex compañera de la escuela, otra del trabajo y algunos más que escapan a mi memoria en este momento, todos, absolutamente todos mis amigos reales fueron al principio solo letras en el monitor.
Cuando se popularizó internet, la idea de que uno pudiera encontrar con relativa facilidad otras personas con intereses comunes, me resultó emocionante. Más de una década después, me sigue fascinando. Los primeras amigas fueron de un foro de infertilidad, en las épocas del dial up y el módem de 14400, antes de la aparición de Hija Menor. Pero los últimos dos o tres años me han regalado muchos más «amigos reales».
El 2010 fue especialmente prolífico al respecto. Por eso, quiero cerrar el inevitable balance de fin de año, saludando a aquellos con los que todo comenzó con un comentario, un post o un mail.
Con Ana, Verónica, Marcelo, Lady Baires, Vir, Vesper, Hierba y Soy Mañosa compartimos cafés, cenas y charlas a lo largo del año. También hubo bloggers internacionales. Conseguí perderme en mi propia ciudad con Miroslav, pero finalmente encontramos un lugar adonde cenar y creo que ya me perdonó.
Por Facebook me encontré con María, Isabel, Graciela, Ine, Adriana, Serena, Camelia, Alis, Cris, Fer… Muy pronto, conoceré en persona a más amigas en una reunión planificada la semana que viene.
De mi paso por las páginas de encuentros no me quedó ningún novio, pero sí dos amigos. La foto de la cabecera de mi blog fue tomada desde el velero de uno de ellos.
Quiero agregar dos menciones especiales. Sylvina, cuyo primer encuentro fue cara a cara, pero en una reunión de speed dating. No siempre encontramos lo que creíamos estar buscando… Y Gustavo, el autor de Andando por Guayaquil, a quien contacté por su blog y tuvo el entusiasmo de orientarme, aconsejarme y sacarme de algunos errores importantes. ¡Son las cosas mágicas de la web! ¿No es asombroso que un chico solo algo mayor que mi hija, se tome el tiempo de ayudar a una señora desconocida solo porque se le ocurrió visitar su ciudad? 🙂
A los amigos que conozco en persona.
A los amigos virtuales.
A los que me leen en silencio y nunca comentan.
A los amigos actuales y a los que vendrán.
Feliz Año Nuevo 2011
PD: Ahora me voy a la fiesta de fin de año. Seguramente, cuando llegué me voy a acordar de que no nombre a alguien y me voy a preguntar cómo pude haberlo olvidado. Si es tu caso, considerate nombrado. Desde ayer estoy un año más vieja y todos sabemos que los años no vienen solos.